Pantalones tableados y camisas con mangas XL bajo chalecos oversize de piel. Aparecieron maxi vestidos cuidadosamente plisados y un corset de cuero a juego con pantalones de cintura alta. La silueta femenina se desdibuja y se envuelve en un encuentro de texturas que contrapone la ligereza con la rigidez. La colección fue presentada con una colaboración con Kenda, la marca mexicana de sandalias de cuero artesanales que complementaron la visión del diseñador, el toque final lo puso la joyería de Rodete, quienes crearon en conjunto con el diseñador una selección de piezas metalizadas sobre el rostro y el pelo, dotando a la colección de acentos futuristas.